Empresa procesada por pagos al Estado Islámico
La empresa LafargeHolcim, una compañía cementera francesa (fusionada actualmente con la suiza Holcim) realizaba actividades en el complejo de Jalabiya (Siria), pese a la guerra, colocando a sus propios trabajadores en peligro. Dicha empresa admitió haber pagado comisiones al Estado Islámico para mantener la seguridad de esa cementera del noroeste de Siria en pleno conflicto.
La justicia francesa en un fallo inédito y tras una gran investigación determinó cargos en su contra por:
- Financiación del terrorismo, por haber pagado millones de euros a grupos como el Estado Islámico para mantener la actividad de una planta cementera en Siria.
- Violación de embargo y por poner en peligro la vida de los que eran sus empleados en el complejo de Jalabiya para continuar produciendo allí durante la guerra.
Aún está por validarse la acusación de diversas ONG por el cargo de complicidad de crímenes contra la humanidad.
La cementera, que había supuesto una inversión de cientos de millones de dólares, empezó a producir en 2010, un año antes del comienzo de la guerra en Siria. La empresa mantuvo su actividad hasta que el Estado Islámico acabó tomando el control en septiembre de 2014.
Este caso representa un claro ejemplo de lo que ocurre cuando una empresa no cuenta con un MPD (Modelo de Prevención de Delitos).
Al establecer un MPD, se monitorea y se controlan todas las actividades o procesos de la empresa que están propensas a presentar riesgo de comisión de delitos, inscritos en la Ley 20.393 (Responsabilidad de personas Jurídicas), de manera que la organización no caiga en delitos ni en escenarios complejos.
En Pizzagalli Risk Consulting realizamos un MPD minimizando el riesgo y evitando que una empresa u organización se vea envuelta en delitos éticamente inaceptables ni en desmedro y quebrantamiento a las leyes.
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